Influencers: ¿realidad o ficción?
Hoy en día, el numero de cuentas activas en Instagram a nivel global supera los 1000 millones de usuarios, lo que convierte a la plataforma en la tercera red social más utilizada (después de Facebook y YouTube). Así, en esta herramienta donde abundan los ‘influencers’, surge una oportunidad para las marcas de dar a conocer a sus productos a través de estas personas que cuentan con millones de seguidores. Pero, ¿qué posibilidades tiene la empresa de dar con el influencer adecuado para transmitir su imagen de marca?
Si ves en tu Instagram una foto como la que se muestra a continuación seguro que no habría nada que te resultase extraño en ella:
Esta es Shudu, la primera supermodelo creada con inteligencia artificial y ya cuenta con 153.000 seguidores.
Al abrirse esta nueva posibilidad de crear un personaje pudiendo modificar cada parte de su aspecto y personalidad, para las empresas más exigentes, que no encuentran entre los influencers actuales el adecuado para promocionar su marca, podría ser esta su solución.
Además de Shudu existen muchos otros: la influencer creada con inteligencia artificial que cuenta con más seguidores hasta el momento (1,5 millones) es Lil Miquela. Cuenta con un perfil totalmente definido: le gusta cantar, tiene 19 años y vive en LA. Incluso ‘asiste’ a eventos y galas, sube fotos rodeada de amigos, da su opinión sobre productos y colabora con las mejores firmas de moda actuales como Prada o Chanel. Incluso ha sacado su primer single titulado ‘Not Mine’. Sus creadores son Trevor McFedries y Sara Decou.
Pero no solo hay influencers robots mujeres, también encontramos alguno del sexo masculino como Blawko, que tiene más de 136,000 seguidores.
Los creadores de estos personajes de inteligencia artificial les han construido toda una vida a su alrededor, subiendo incluso publicaciones relacionándose entre ellos.
Aunque pueda parecer futurista, los influencers robots han llegado y parece que se van a quedar mucho tiempo. Muchas marcas ya confían en ellos, dado que pueden controlar lo que dicen, cómo lo dicen, cómo se comportan, etc. En definitiva, pueden ajustar cada característica del personaje para que se adapte perfectamente al mensaje que la marca desea transmitir. Lo que también les evita posibles problemas posteriores. También existen otra serie de técnicas a tener en cuenta para que tu marca triunfe en redes sociales.
Existe la polémica de si es ético o no crear estos personajes artificialmente, pero si desde un primer momento dejan claro que son robots, no dejan de ser como los personajes que se crean en las películas.