El mercado siempre está preparado

el mercado está preparado

El mercado siempre está preparado

¿El mercado no está preparado o eres tú que no estás preparado?

Oímos muchas veces que una gran idea o un proyecto empresarial ha fallado porque el mercado no estaba preparado o porque ha sido demasiado adelantado en el tiempo y el consumidor no logró ver sus ventajas.

Permitidme cuestionar esta afirmación: generalmente no son las grandes ideas que fallan, es su implementación. La gran diferencia entre las empresas que triunfan y las que no, es la capacidad que tienen de implementar sus productos o servicios de una manera que genere valor al consumidor. Si el consumidor lo ve claro lo elige. Y hacerle ver claro es nuestra responsabilidad.

La idea en si es solo el primer paso. Se pueden tener muchas y brillantes ideas o incluso podemos acceder a buenas ideas de negocio solo con buscar un poco por la web (os recomiendo leer las de la Revista Emprendedores). El mundo está lleno de buenas ideas. El problema es que luego toca implementar esa buena idea y es ahí donde vienen las dificultades.

¿Cuántas buenas ideas han muerto por una mala implementación?

Achacarlo a que el mercado no estaba preparado o que era demasiado futurista es para mí una justificación que no se aplica. Lo que realmente ha pasado es que no se ha logrado explicar al consumidor el valor generado por el producto o servicio. Puede ser por fallo en la comunicación, por no haber invertido lo suficiente, por no haber llegado a los canales comerciales correctos o por muchos motivos más. El problema casi seguro no era de la buena idea.

Si hacemos los deberes antes de llegar al momento de lanzamiento en el mercado, nuestra estrategia de marketing tendría que estar definida al milímetro. Así es el marketing estratégico: conocer nuestro entorno, encontrar los segmentos de mercado, elegir nuestro público objetivo y definir el posicionamiento. Y en consecuencia trabajar el branding de la marca para que nos ayude a explicar la propuesta de valor.

Estos son pasos fundamentales en la implementación de la idea y qué más tarde cuando lleguemos a comercializar el producto o servicio nos van ayudar a la hora de explicarlo al consumidor. Somos nosotros los que tenemos que estar preparados, no el mercado.

Los hábitos de consumo evolucionan así, con grandes ideas muy bien implementadas que muchas veces cambian radicalmente nuestro día a día. Tenemos muchos ejemplos de empresas que han triunfado por la implementación y no por haber sido los primeros en tener esa buena idea. No fue Apple que inventó el lector de mp3 pero si la que cambió el mundo con el iPod. Y todo empezó cuando Steve Jobs lo presentó tan sencillamente como “toda tu colección de música en el bolsillo”.