Sobre adaptar la comunicación al entorno
“¡Si tienes un comercio estás de suerte!”
Los que sintonizamos la radio por la mañana (por lo menos en Onda Cero Asturias) oímos muchas veces este anuncio de una empresa del sector financiero. Es una cuña que lleva tiempo saliendo, con una locución animada y que habla a los dueños de los comercios locales. “Si tienes un comercio estás de suerte porque puedes financiar a tus clientes con nuestro crédito”.
Vamos a ver por qué este es un magnífico ejemplo de la necesidad de adaptar la comunicación al entorno…
En un mensaje publicitario tenemos de cumplir determinados objetivos que se pueden resumir en 3 puntos fundamentales:
➊ Llamar la atención
❷ Tener muy presente la marca
❸ Comunicar claramente sus beneficios.
Pero obviamente una de las cosas que tenemos que garantizar siempre es que el mensaje, su tono o sus visuales estén de acuerdo con el entorno. En una cuña de radio hablamos sobre todo de adecuar el mensaje y el propio tono de la locución. En el caso de este anuncio en específico el tono y sobre todo su afirmación inicial no cuadra con la situación actual. Hablar de la suerte de tener un comercio local sabiendo que todos los comercios están sufriendo tanto con esta pandemia no tiene sentido. Los comercios no están de suerte con las muchísimas restricciones que tienen, con la imposibilidad de atender a sus clientes y con su propia subsistencia en peligro. Está muy bien que esta entidad financiera comunique directamente con el comercio local pero tiene que adaptarla hacia un mensaje de ayuda y esperanza que propiamente comercial. El empresario ya sabrá valorarlo más tarde las empresas que han estado ahí en plena crisis.
Una campaña de comunicación es un ser vivo. Hay que estar pendiente de los medios, del formato y del mensaje publicitario. En el momento en que alguna de las condiciones o el entorno cambia tenemos que ser lo rápido suficientes para cambiar una de estas variables.
Aún más si hablamos por ejemplo de una cuña de radio como es el caso. Darle la vuelta al copy, volver a locutarlo y listo para cambiar. No podemos dejar una campaña de comunicación a su suerte mucho menos en los días de hoy donde el entorno puede cambiar en muy poco tiempo.
El impacto de un mensaje errado o fuera de lugar en nuestro público objetivo puede ser muy negativo.
¡Seamos agiles!