Las 11 macro tendencias de 2021 por Marian Salzman
Las tendencias para este 2021 están, por supuesto, estrechamente vinculadas a los acontecimientos que marcaron 2020 y los cambios que vinieron a introducir, voluntaria e involuntariamente, en nuestra vida diaria. Algunos durarán, otros forzarán cambios por completo en la forma en que vivimos y coexistimos, independientemente de la evolución de la pandemia.
Marian Salzman, analista de tendencias y vicepresidente senior de comunicaciones globales de Philip Morris International, presentó en un webinar (curiosamente llamado Zoomsday Predictions) sus ideas sobre lo que podemos esperar en 2021. ¡Y muchas de sus predicciones son bastante optimistas!
Vamos entonces detallar esas 11 macro tendencias:
1. ZOOMED IN (AND OUT)
Este año, tuvimos tiempo y espacio mental para reflexionar sobre cómo hemos vivido hasta ahora y si ha valido la pena. En 2021, nos centraremos más en lo esencial en nuestra vida, como la familia o el bienestar. Expandiremos (como con una lupa) lo realmente importante, a nivel personal y profesional, pero también nos distanciaremos para entender el impacto que queremos tener en el mundo y en la comunidad. «No se sorprenda si ve a las personas que conoce haciendo cambios drásticos en sus vidas, como cambiar de trabajo o mudarse a un lugar más aislado», predice Marian Salzman.
2. MEZCLAR TIEMPO Y ESPACIO
Es decir, repensar el tiempo y su linealidad. Principalmente, tras una cuarentena que obligó al teletrabajo, y teniendo en cuenta que el agotamiento profesional y su vinculación con la salud mental se ha convertido en una palabra conocida de los últimos años, Marian Salzman habla en una reestructuración de la semana laboral, poniendo sobre la mesa la posibilidad de tener semanas con cuatro días hábiles y tres días libres, lo que hace que estos cuatro días sean más productivos al tiempo que aumenta el tiempo familiar y personal en 24 horas: una ventaja para todos.
3. EL RETORNO DEL “NOSOTROS”
Pero no un retorno cuantitativo, sino cualitativo. De una manera un tanto incongruente, el distanciamiento social puso de relieve la necesidad de conexiones más profundas y compartidas. Nos volvimos más empáticos, desarrollamos un sentido de comunidad. «Ahora, los círculos sociales tienen menos que ver con la cercanía y la conveniencia, y más con la intimidad y la conexión», subraya Marian Salzman.
4. EL REAL SE HACE IRREAL (Y VICEVERSA)
Una expresión para explicar que no estamos condenados a lo digital, al contrario: la obligatoriedad del online como presencia constante debería precipitar el deseo de volver a lo analógico, a los clásicos. Es cierto que el enfoque virtual seguirá siendo una realidad, pero encontrar un equilibrio entre lo físico y online estará a la orden del día. “En una era de apariencias profundas, nos atrae lo que es profundamente auténtico, incluso si seguimos migrando nuestras vidas al ámbito virtual. Espere un retorno a la apreciación de la intelectualidad y valores tradicionales como la integridad y la autosuficiencia».
5. LA ERA DE LOS DRONES (Y DROIDES)
Llevamos un tiempo temiendo los peligros de la automatización y robótica. Pero en todo el mundo, los drones y los robots se están utilizando para bien, para entregar a domicilio o para desinfectar áreas afectadas por la pandemia, por ejemplo. Las empresas y universidades deberán priorizar sus inversiones para preparar a las personas para las áreas del futuro, incluida la automatización.
6. PREPARADO PARA LA BATALLA
En los últimos años, la mentalidad del búnker ha ido creciendo. Con la pandemia de COVID-19 se llevó al extremo: más que nunca la gente se preparó para el “fin del mundo”, tratando de almacenar bienes de primera necesidad, por ejemplo. Hay una tendencia de la autosuficiencia, que también se verá reflejada a nivel regional y global. Y las empresas harán de la seguridad una propuesta de valor para convencer a los clientes.
7. REDEFINIR LO QUE ES ESENCIAL
El mundo se ha dividido entre «los que tienen» y «los que no tienen»: acceso a la tecnología, tratamiento médico, educación, entre otros factores. La pandemia ha llamado la atención sobre estas disparidades en todo el mundo y la brecha solo tiende a ensancharse. En el próximo año, se espera que aumenten las tensiones sociales en torno a cuestiones como la justicia económica y racial o el intercambio de recursos. En 2021, (continuaremos) luchando por más justicia, es decir, hacia los más desprotegidos y marginados.
8. INTERNET NOS SALVÓ, PERO PAGAREMOS SU PRECIO
La pandemia obligó a las empresas a acelerar sus procesos de digitalización y trabajo remoto, y muchas vieron un aumento en la productividad. Muchos de ellos no volverán. Pero, como en todo, hay un “yin” y un “yang”: la cuestión será entender qué impacto puede tener esto en las personas, a nivel psicológico, especialmente en los más jóvenes – en el nivel de interacción social, dependencia de entregas de alimentos, entre otros hábitos.
9. EMPRESAS COMO AGENTES DE CAMBIO
La pandemia ha intensificado las expectativas de los consumidores sobre la responsabilidad social empresarial. La responsabilidad por un planeta más saludable y una sociedad más justa y mejor no es responsabilidad exclusiva de entidades solidarias o representantes de la población, como el Estado, el gobierno y las organizaciones no gubernamentales. En 2021, las empresas deberán reforzar su propósito. Y aquellas que no lo hagan serán «condenadas» por los consumidores.
10. REPENSAR EL ESPACIO
La crisis de la salud también intensificó el debate sobre el valor agregado de vivir en la ciudad (con todas las limitaciones del tráfico, la contaminación, entre otras) en relación con los lugares más aislados. En 2021, se espera que haya un crecimiento del mercado inmobiliario en zonas periféricas (suburbios), menos pobladas o incluso rurales.
Esta es una tendencia que se veía antes de la pandemia en todo el mundo, pero ahora este proceso será más intenso: la gente gravitará hacia nuevos entornos, que no necesariamente serán las grandes ciudades. En cuanto a los grandes núcleos urbanos, tendrán que reinventarse creando más espacios verdes y más condiciones para que la gente pueda vivir con cierta distancia.
11. HACER LAS PACES CON LA INCERTIDUMBRE
¿Habrá una vacuna pronto? ¿Y estaremos seguros? Estas son preguntas formuladas por miles de millones de personas en todo el mundo. Hay muchos «si» en este momento. No significa que haya más incertidumbre en el mundo, pero sí hay una sensación de mayor incertidumbre porque todos los mecanismos y rutinas a los que estábamos acostumbrados se han cambiado. Y las personas son más vulnerables cuando se sienten inseguras.
Quizás algunas de estas tendencias están pasando contigo o con tu empresa ahora mismo. El mensaje clave es abordar la resiliencia, el regreso a los orígenes, la familia, la preparación y la paz interior que tanto fueron sacudidas en el último año. Y traducirlo positivamente en un par de palabras: esperanza para el futuro.
NOTA: Ya puedes leer aquí las tendencias de 2022 de Marian Salzman!